Esta página, en su nota introductoria, menciona al poeta: Pablo Neruda. Él les cantó a las palabras. Aquí va un cuento con mis palabras y las suyas. Pongámosle al cuento un nombre provisional:
"LIBRO MARCADO" |
LIBRO MARCADO
Un hombre borracho le quitó a una tal Piedad el libro, edición de lujo, "Selección de poemas, 1925-1952", printed in Spain, 1975. La brasa del Lucky dejó su impronta en la cubierta, quizá leyeran juntos, él y Piedad, alguno de los Veinte poemas de amor. Fumaba el hombre, tanto fumaba, su índice y su cordial lo decían a gritos. Después él se lo sustrajo en sus narices, era un hombre atractivo con la melena revuelta y la corbata floja y suelta, etcétera. Eso sí, olía asqueroso. Él salió con el libro de la casa de su amante, mejor digamos "de la casa de Piedad" y se dirigió al lugar donde se reunían ese día los incrúspidos amigos, la sastrería. Se le quedó el libro. Pasaron una, dos y tres semanas. Cuatro, cinco y seis. Febrero de 1977, y el libro ahí, firmado por Piedad. Abandonado por él. En la página 19 empiezan los Veinte poemas de amor. La canción desesperada viene después. El poema 5, habla de sus palabras: "Para que tú me oigas/ mis palabras/ se adelgazan a veces/como las huellas de las gaviotas en las playas.../ Y las miro lejanas mis palabras/ Más que mías son tuyas.../Ahora quiero que digan lo que quiero decirte/ Para que tú las oigas como quiero que me oigas" Hay otro poema cuyo objeto expreso son las palabras. Pero lo buscaré después. El olor del papel viejo me produce rinitis. ¡Achí!!!